A 11 meses de un Gobierno anarcocapitalista creo que es hora de que todos los ciudadanos que pertenecemos a una mayoría indefensa, que sobrevive por sus propios medios, hagamos un balance y reflexionemos sobre las consecuencias de haber mantenido una sumisa tolerancia para un gobierno deshumanizado que venido a vaciar el país y entregar nuestras riquezas. Considero oportuno invitar a cualquier ciudadano estadísticamente representativo de la sociedad actual, pero que no sea un favorecido por la política, ni disfrute de cargos políticos, a que detalle en este espacio en qué medida este modelo ha mejorado nuestra calidad de vida, considerando el costo de haber soportado con total sumisión los atropellos a que fuimos sometidos. Por mi parte, puedo aportar una lista no exhaustiva, del deterioro ocasionado por los compulsivos cambios diseñados por el Libertario y sus secuaces para terminar con el país, destruyendo la industria nacional. Al asumir recurrió a producir un injustificable y brutal ajuste decretando los DNU, Estos incluyeron liberación de precios en toda la estructura económica y congelaron las jubilaciones con el pretexto de conseguir equilibrio fiscal. Se produjo ostentoso aumento de alquileres y de las tarifas de esenciales servicios como el agua, gas y luz. Los precios del transporte público aumentaron abruptamente al igual que los combustibles. En cuanto a la salud pública, aumentaron las cuotas de las Obras Sociales prepagas y de los seguros y se han restringieron beneficios del PAMI. La salud pública y la asistencia a los principales hospitales se descuidaron deliberadamente. La liberación de precios produjo una creciente inflación, que repercutió principalmente en artículos de la canasta familiar y en la indumentaria. Estos aumentos nada tuvieron que ver con los demagógicos índices oficiales publicados por Caputo. Un ministro encargado de vaciar nuestras reservas de oro, entregándolas a Suiza o Inglaterra con el objeto de garantizar posibles préstamos desde el exterior. La obsesión de lograr déficit cero, tiene como objetivo bajar el “riesgo país” para poder acceder a nuevos créditos y endeudarnos más. Este clima desconcertante y caótico, ha provocado un evidente incremento de maniobras financieras fraudulentas y de estafas cibernéticas cometidas con tarjetas de crédito y en cuentas bancarias. Los cambios introducidos en la sociedad por la enfermiza intención de promocionar libertad extrema, han producido una desculturación y la destrucción de referencias sanas en el comportamiento social, promocionado anarquía en el comportamiento social, especialmente en grupos de mentes inmaduras. Hay un aumento generalizado de la delincuencia con violentos asaltos a mano armada. Violencia que se observa también entre las personas, tanto en hogares como en las calles. Esto contradice abiertamente el éxito que se atribuye a la ministra Bulrich, que contando con un costoso equipamiento policial, lo usa selectivamente para atacar a jubilados y disolver manifestaciones. Singular importancia tiene mencionar el deliberado perjuicio causado a la Educación y el manifiesto ensañamiento que muestra el Libertario para perjudicar las universidades.

Humberto Hugo D’Andrea

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